¡Qué buenas imágenes nos regala Manolo, nuestro fotógrafo particular!
Palacios y más palacios, ese fue el hilo conductor de nuestro segundo día en Estambul. Les damos las gracias a nuestros compañeros turcos que nos guiaron entre tanto lujo occidental. Sí, occidental, porque parecía que nos habíamos trasladado a Versalles, como por arte de magia. A la hora de elegir nos quedamos con el gusto oriental. Es lo que uno espera ver en Estambul.
Quizá, lo más emocionante, la visita a las estancias donde Ataturk pasó sus últimos días. Lo mejor, la gastronomía y los amigos que hicimos en torno a buenos platos. (Un saludo, Bezir. Esperamos que sigas prosperando con tu impresionantemente buen español). Lo más curioso, la visita al cementerio. Así somos los humanos, nos gusta comprobar que no importa la religión a la hora de la muerte, todos somos iguales. Y, por último, la anécdota, el constante desfile de parejas recién casadas en plena ceremonia matrimonial, que pudimos observar en la mezquita de Eyup.
How good are the pictures our private photagrapher,Manolo, takes! More and more palaces, that was the point of our sightseeing in our second day in Istanbul. We thank our Turk partners who guided us around so much western luxury. Western because we seemed to have magically visited Versailles. However, if we have to make a decision, we prefer eastern tendencies, the ones we thought we would see there, in Istanbul.
Perhaps the most overwhelming part were the rooms where Ataturk spent his last days. The best: the cuisine and the friends we made around the taste of delicious dishes. (Good regards to Bezir. We wish you go on improving your already very good Spanish). The most astonishing; the visit to a cemetery. We, humans like to check that when death arrives it is not important which religion you follow, we are all the same. And to end up, the anecdote of meeting some different wedding celebrations around the square next to Eyup Mosque.
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